Relato en prosa:
He decidido crear un mini cuento para la creación en prosa a continuación lo escribiré:
Era el primer día de curso en el cole: La casita. Era un colegio a las afueras de Madrid.
Gonzalo, estaba muy contento de volver al cole, era un
niño alto, fuerte y delgado. Con el que todos querían jugar al futbol, porque
siempre ganaba, siempre llevaba las mejores meriendas, los mejores juguetes. Porque
cuando venían los reyes su salón se llenaba de regalos. Era el más listo,
siempre sacaba las mejores notas, y todos querían ser como él.
Gonzalo era muy bueno en todo, aunque le faltaba un
detalle muy importante, era el niño más egoísta del colegio, y solo pensaba en
que la gente le dijera lo listo y bueno que era.
Nacho, era un niño feo, gordito y torpón y era su primer
día de clase en el cole: La casita.
Pasaron los días y nadie quería sabe nada de él, era siempre
el ultimo de la clase, y aunque él lo intentaba con todas sus fuerzas, siempre
hacia las cosas mal, sus compañeros se burlaban de él y no le hacían caso. En el
patio, el intentaba jugar con los demás, pero ellos le decían que no podía
jugar porque era torpe y nunca ganaba.
Así pasaron los días y Nacho cada vez estaba más triste y
no dejaba de pensar porque nadie quería ser su amigo.
Cuando Nacho por las tardes llegaba a casa, su madre le preguntaba:
¿Qué tal te ha ido el cole?, el contestaba: ¡Muy bien, todos mis compañeros
quieren jugar conmigo, son todos muy simpáticos!, para que su madre no
estuviera triste. Otro día su madre le pregunto que porque nadie le invitaba a
cumples él decía que en este cole los cumples no se celebran.
Se compraba chuches a escondidas y le decía a su madre
que eran sus compañeros los que le habían regalado las chuches.
Así pasaban las semanas, Nacho sin ningún amigo en el
cole nuevo.
Era un mañana del mes de marzo los niños del colegio la
casita pensaron en que porque no se subían a un árbol del jardín. Este era un
árbol peligroso porque era muy alto y si se subían no podían bajar.
Nacho, para demostrar lo valiente que era a los demás,
se le ocurrió subir. Todos le decían que se podía caer, y que la profe le iba a
castigar. Pero a pesar de todo, él se subió y aunque todos pensaban en lo
valiente que era, él en realidad sentía mucho miedo. Subió una pierna, después la
otra, luego un brazo, el otro y así consiguió ir subiendo poco a poco hasta la
parte más alta del árbol, donde tuvo la mala suerte de apoyarse en la rama más
fina de todas y se cayó al suelo.
Nacho tuvo que ir al hospital, porque tenía muchas
heridas, y cuando los médicos le estaban curando, se dieron cuenta de que Nacho
no se acordaba de nada, ni de su cole, ni de su profe, ni de sus compañeros…
Nacho pasaba los días dentro del hospital, solo con la compañía
de sus padres, sus compañeros que le habían admirado tanto, nunca iban a verlo.
Aquí fue cuando sus adres se dieron cuenta de que Nacho había mentido.
Un día, Gonzalo le dijo a su madre que le llevara a ver
a Nacho al hospital. Que era un amigo del cole, que estaba malito. Y aunque, en
realidad, Gonzalo se había portado muy mal con él. Nacho que era un niño muy
bueno le perdonó.
Gonzalo, llegó al hospital para ver a Nacho y como este
no se acordaba de nada lo recibió con una gran alegría.
Y así fueron pasando los días, y Gonzalo siguió visitando
a Nacho, cada día le contaba lo que habían hecho en clase y también le ayudaba
con los deberes.
Poco a poco se fueron haciendo muy buenos amigos, no podían
hacer nada que no fuera juntos.
Después de muchos días en el hospital, Nacho, volvió a clase,
en los recreos solo estaba con Gonzalo. Los compañeros al ver a Gonzalo tan
distinto se extrañaron porque siempre había sido muy egoísta y egocéntrico,
ahora Gonzalo era muy simpático, pensaba en los demás y era muy buen compañero.
Cuando Nacho se recuperó del todo, su madre habló con él
y le contó cómo había estado en el cole antes de que se cayera del árbol y que
se había hecho muy amigo de Gonzalo a pesar de que este fuera muy egoísta pero
ahora había cambiado.
Al día siguiente después de clase, en el descanso Gonzalo
habló con Nacho, y le pidió perdón por lo mal que se había portado con él, se había
dado cuenta de lo buen amigo que era. Nacho, le perdonó y olvidó todo lo que había
hecho pasar.
Y así fue como Nacho y Gonzalo siendo muy distintos
llegaron a ser grandes amigos, cada uno aprendió virtudes del otro. Y llegaron
a ser inseparables.
Objetivo:
que los niños empiecen a comprender que es la empatía, ayudar a los demás, y
saber pedir perdón y perdonar.
Era el primer día de curso en el cole: La casita. La casita,
era un colegio a las a fueras de Madrid.
Narrador
1:
Gonzalo, estaba muy contento de volver al cole, era un niño alto, fuerte y
delgado. Con el que todos querían jugar al futbol, porque siempre ganaba,
siempre llevaba las mejores meriendas, los mejores juguetes. Porque cuando venían
los reyes su salón se llenaba de regalos. Era el más listo, siempre sacaba las
mejores notas, y todos querían ser como él.
Narrador
2: Gonzalo
era muy bueno en todo, aunque le faltaba un detalle muy importante, era el niño
más egoísta del colegio, y solo pensaba en que la gente le dijera lo listo y
bueno que era.
Narrador 3: Nacho,
era un niño feo, gordito y torpón y era su primer día de clase en el cole La
casita.
Pasaron los días y nadie quería sabe nada de él, era siempre
el ultimo de la clase, y aunque él lo intentaba con todas sus fuerzas, siempre
hacia las cosas mal, sus compañeros se burlaban de él y no le hacían caso. En el
patio, el intentaba jugar con los demás, pero ellos le decían que no podía
jugar porque era torpe y nunca ganaba.
Narrador 4: Así pasaron los días y Nacho
cada vez estaba más triste y no dejaba de pensar porque nadie quería ser su
amigo.
Narrador
4: Cuando
Nacho por las tardes llegaba a casa, su madre le preguntaba:
Madre:
¿Qué
tal te ha ido el cole?
Nacho: ¡Muy
bien, todos mis compañeros quieren jugar conmigo, son todos muy simpáticos!,
para que su madre no estuviera triste.
Madre:
¿Porque
nadie te invitaba a cumpleaños?
Nacho:
¡Es
que, en este cole los cumples no se celebran!
Narrador 5: Se compraba chuches a
escondidas y le decía a su madre que eran sus compañeros los que le habían regalado
las chuches.
Narrador 1: Así pasaban las
semanas, Nacho sin ningún amigo en el cole nuevo.
Narrador 2: Una mañana del mes
de marzo, los niños del colegio la casita pensaron en que porque no se subían a
un árbol del jardín. Este era un árbol peligroso porque era muy alto y si se
subían no podían bajar.
Narrador
3: Nacho,
para demostrar lo valiente que era a los demás, se le ocurrió subir.
Compañeros: ¡Te
puedes caer! ¡La profe te va castigar!
Narrador
4:
Pero a pesar de todo, él se subió y aunque todos pensaban en lo valiente que
era, él en realidad sentía mucho miedo. Subió una pierna, después la otra,
luego un brazo, el otro y así consiguió ir subiendo poco a poco hasta la parte más
alta del árbol, donde tuvo la mala suerte de apoyarse en la rama más fina de
todas y se cayó al suelo.
Narrador
5:
Nacho tuvo que ir al hospital, porque tenía muchas heridas, y cuando los
médicos le estaban curando, se dieron cuenta de que Nacho no se acordaba de
nada, ni de su cole, ni de su profe, ni de sus compañeros…
Narrador
6:
Nacho pasaba los días dentro del hospital, solo con la compañía de sus padres,
sus compañeros que le habían admirado tanto, nunca iban a verlo. Aquí fue
cuando sus adres se dieron cuenta de que Nacho había mentido.
Narrador 1: Un día, Gonzalo le dijo a su
madre que le llevara a ver a Nacho al hospital. Que era un amigo del cole, que
estaba malito. Gonzalo se había portado muy mal con él
Gonzalo, llegó al hospital para ver a Nacho
Nacho: ¡Gracias por venir a verme, me aburría tan solo!
Narrador
2:
Y así fueron pasando los días, y Gonzalo siguió visitando a Nacho, cada día le
contaba lo que habían hecho en clase y también le ayudaba con los deberes.
Poco a poco se fueron haciendo muy buenos amigos, no podían
hacer nada que no fuera juntos.
Narrador 3: Después de muchos días en el
hospital, Nacho, volvió a clase, en los recreos solo estaba con Gonzalo.
Compañeros: ¡Que distinto está Gonzalo, antes era muy
egoísta!
Narrador
4:
Cuando Nacho se recuperó del todo, su madre habló con él
Madre: ¿Qué
tal tus amigos del cole?
Nacho:
¡Bueno
es que en realidad solo tengo un amigo que es Gonzalo, antes era muy egoísta
pero ahora se porta bien!
Narrador
5:
Al día siguiente después de clase. Gonzalo habló con Nacho.
Gonzalo:
¡Nacho
te quería pedir perdón por cómo me portaba contigo, me he dado cuenta de que
eres muy buen amigo!
Nacho: ¡no
te preocupes, te perdono!
Narrador 6: Y así
fue como Nacho y Gonzalo siendo muy distintos llegaron a ser grandes amigos,
cada uno aprendió virtudes del otro. Y llegaron a ser inseparables.
Se puede aumentar o disminuir el número de narradores dependiendo del numero de alumnos del aula. Pienso, que los niños de 5 años pueden representar esta obra con facilidad
Verso
Se puede aumentar o disminuir el número de narradores dependiendo del numero de alumnos del aula. Pienso, que los niños de 5 años pueden representar esta obra con facilidad
Verso
Para la creación en verso he decidido en escoger dos adivinanzas
y dos trabalenguas sencillos para los niños:
Adivinanza:
Largo, largo como un pino,
Y pesa menos que un comino
¿Qué es?
-El humo
-El humo
Por un tubo subo
Por un tubo bajo
Si me aprietas el botón
Subo o bajo
¿Quién soy?
-El ascensor
Trabalenguas
El cloro no aclara
la cara del loro
con aro de oro
Pero el cloro aclara el aro de oro
de la cara del loro
Pepe Peña
Pela papa
Pica piña
Pita un pito
Pica piña
Pela papa
Pepe Peña
¡Gracias por leerlo! ¡Hasta pronto!
Hola Leticia!
ResponderEliminarDecirte que muy chulo, pero no sé a que edad va dirigido. Cunado decidas la edad estaría bien saber por qué has escogido esa, y no otra. Al igual pasa con el libro,¿ qué materiales utilizarías para que no resulte peligroso para los niños y que sea fácil de manejar?
Eso es...
EliminarLeticia... sin edad no es posible corregir porque de lo que se trata es de saber crear PARA UNA EDAD.
ResponderEliminarTienes que indicar qué estrategia has utilizado en cada caso.
En cuanto al libro, es demasiado frágil para EI y poco manipulable para según qué edades. Tienes que explicar cómo lo reforzarías.
Por último, los textos en verso debes crearlos tú.